Estudio: Meditar mejora conducta emocional de maestras

Posted on: Martes, abr 3, 2012

Por Elizabeth Fernandez/UCSF

SAN FRANCISCO, California, EEUU _ Budistas y científicos unieron esfuerzos para analizar los efectos que causaba meditar entre un grupo de maestras.

Los hallazgos fueron reveladores, pues el corto pero intenso programa de meditaciones redujo los casos de depresión y estrés, pero además quienes participaron se mostraron después más compasivas y conscientes de los sentimientos de otros.

El estudio mezcló antiguas prácticas meditativas con los más actuales métodos científicos para regular las emociones y estuvo conducido por la Universidad de California en San Francisco (UCSF).

Meditar es una práctica crucial en varias religiones y es realizada por decenas de millones de personas alrededor del mundo como parte de sus creencias espirituales así como para aliviar problemas sicológicos, mejorar el autoconocimiento y despejar la mente. Anteriores estudios han vinculado la meditación con cambios positivos en la presión sanguínea, el metabolismo y en el manejo del dolor, pero se sabe menos sobre los cambios emocionales específicos que resultan de la práctica.

El nuevo estudio fue diseñado para crear nuevas técnicas que reduzcan las emociones negativas mientras mejora el comportamiento social y emocional.

“Los hallazgos sugieren que una mayor consciencia de los procesos mentales puede influenciar el comportamiento emocional”, dijo la principal autora del estudio, doctora Margaret Kemeny, directora del programa de salud sicológica en el departamento de siquiatría de la UCSF. “El estudio es particularmente importante porque las oportunidades de reflexionar y contemplar parecen irse desvaneciendo en nuestra acelerada y tecnológica cultura”.

En conjunto, 82 maestras entre las edades de 25 y 60 años participaron en el proyecto. Fueren elegidas porque sus empleos son estresantes y porque las destrezas de meditación que aprendieron podían ser totalmente útiles en sus vidas diarias, posiblemente derramando los beneficios hacia sus estudiantes.

El estudio surgió de una reunión con el Dalai Lama

El estudio se concibió en una reunión en el 2000 entre eruditos budistas, científicos del comportamiento y expertos en emociones en el hogar del Dalai Lama. Allá, el Dalai Lama y el doctor Paul Ekman, un profesor emérito de la UCSF y connotado especialista en emociones, reflexionaron sobre el tema de las emociones, llevando al Dalai Lama a postular una pregunta: ¿En el mundo moderno, ayudaría una versión secular de las contemplaciones budistas a reducir las emociones dañinas?

A partir de allí, Ekman y el erudito budista Alan Wallace desarrollaron un entrenamiento de 42 horas, a lo largo de ocho semanas, integrando las prácticas de meditación secular con técnicas aprendidas del estudio científico de las emociones. Incorporó tres tipos de prácticas meditativas:

  • Prácticas de concentración que requieren atención sostenida y enfocada en una experiencia mental o sensorial específica.
  • Prácticas de consciencia focalizada  que requieren un examen exhaustive del cuerpo y los sentimientos propios.
  • Prácticas dirigidas diseñadas a promover la empatía y la compasión hacia los demás.

En el aleatorio pero controlado proceso, las maestras aprendieron a comprender mejor que la relación entre emociones y conocimiento, y a reconocer mejor las emociones en los otros y sus propios patrones emocionales así que podrían resolver mejor problemas en sus relaciones. Todas las maestras no tenían ninguna experiencia meditando y todas tenían una pareja íntima.

“Queríamos probar si la intervención afectaba tanto su aspecto personal así como si el comportamiento influiría también el bienestar de sus compañeros íntimos”, dijo Kemeny.

Como un examen, las maestras y sus parejas pasarpon por una “interacción marital” en la que se midieron minuto a minuto los cambios en la expresión facial mientras intentaban resolver algún problema en la relación. En este tipo de encuentros, aquellos que expresan ciertas expresiones faciales negativas tienen más probabilidades de divorciarse, han mostrado investigaciones.

Algunas de las expresiones facials claves de las maestras durante la interacción marital cambiaron, especialmente las miradas hostiles que disminuyeron. Además, los niveles de estados depresivos se redujeron a más de la mitad. Y en una evaluación de seguimiento, muchos de los cambios positivos habían permanecido, dijeron los autores.

“Sabemos muy poco sobre los cambios a largo plazo que ocurren como resultado de la meditación, particularmente una vez que pasa el ‘deslumbramiento’ que produce la experiencia al comienzo se desvanece”, dijo Kemeny. “Es importante saber cuales son porque estos cambios probablemente jueguen un importante papel en los efectos a largo plazo de las meditaciones en síntomas y condiciones de salud mentales o físicas”.

El estudio involucró a investigadores de varias instituciones, incluidas la UCSF, UC Davis, y la universidad de Stanford.

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